Hora de ponerse sentimental

¿Qué si es hora de ponerse sentimental? Por supuesto. Y de derramar alguna lagrimita. Estamos hablando de la despedida de un estadio mítico, sobre todo para los que tenemos el corazón rojiblanco. Aquellos para los que su equipo es más que un pasatiempo y lo sienten como algo adherido a su ser, que traspasa la realidad de que el fútbol es un deporte y el Atleti, sólo un equipo. El Calderón ha sido nuestra casa, un lugar donde disfrutar y sufrir. Y eso que no nos gusta, pero es lo que nos ha deparado el pasado. Más de lo que nos merecemos.

Pero siempre en nuestra casa, donde hemos mamado unos valores. Unos valores que han hecho mejores personas a quienes los han comprendido. Esfuerzo, constancia, trabajo y sobre todo humildad, la de aquel que ganando poco y perdiendo mucho sabe estar a las duras y a las maduras. Aquel que respeta al contrario, pero nunca se rinde y que ha sido humilde aun sabiéndose campeón y mejor que el resto. Una casa adonde llevé a mi hija con sólo meses de vida y donde me hice socio cuando más falta hacía, en la derrota, en Segunda División. Mi mejor recuerdo es haber jugado en ese campo con 19 años y haber sido campeón.

Fernando Martínez es participante del concurso Despídete del Vicente Calderón con el Diario AS.