Mourinho está coqueteando con Bale
Mourinho le pone ojitos a Bale. El domingo se cruzaron en el túnel del vestuario del Levi’s Stadium de Santa Clara y le dijo eso de “no puedo comprarte porque no hablas”. Recuerda a aquellos planteamientos de Florentino, que para lanzarse a fondo a por un jugador exigía algún gesto visible de éste, para estar seguro de que no iba a intentar la operación en vano. De él habrá aprendido esto Mourinho, claro. Ayer le preguntaron por Bale y dijo estar contento con su plantilla, pero abierto a reforzarla, con “jugadores que nos dieran posibilidades diferentes por las bandas para jugar al ataque (...)”. Tal sería, desde luego, el caso de Bale.
Para la Premier, Bale es una herida abierta, Mourinho lo sabe. Es el gran jugador británico del momento y juega fuera, en LaLiga. Es un gran jugador y un fuerte reclamo publicitario. De hecho, Florentino se encaprichó con él cuando vio un anuncio de la Premier, a fachada completa, en el esquinazo de Times Square en Nueva York. Lo fichó por lo que le pidieron, batiendo incluso el récord anterior, de Cristiano Ronaldo. Su ilusión era que se convirtiera con el tiempo en serio aspirante al Balón de Oro, en competidor con Neymar para el trono, una vez que lo dejen libre Messi y Cristiano, que algún día será. Pero no está resultando.
No está resultando no porque no sea buen jugador, que lo es, sino porque en el Madrid no hacía falta, y se nota, le cuesta encontrar el sitio. Y encima se lesiona mucho. En el United (o en cualquier otro gran club inglés) sería otra cosa. Sería el eje de todo, como en Gales. Distinto es que den con lo de sus lesiones. Pero en principio parece que pinte más en Inglaterra que en el Madrid, donde sólo le mantiene la reticencia de Florentino a admitir que no ha pitado. Quiere insistir. Pero muchos le aconsejan coger el dinero, que puede ser mucho, y decidirse por fin por Mbappé, convertido en la gran promesa del fútbol europeo.