Mbappé, cuatro novias y un diamante nada bruto
Imagine usted que su hijo es un chaval con sólo 18 años al que parece que se le da bien darle a la pelotita. Llega el verano y mientras que el muchacho intenta disfrutar de la vida con sus amigos en las aguas cristalinas de Mallorca, como cualquier joven a esa edad en la que todo es un tobogán de emociones, un día se le acerca el jeque millonario del PSG y le ofrece multiplicar por veinte su sueldo anual (¡hasta llegar a los 12 millones de euros netos!). Otro día le llega el dueño ruso del Mónaco y también le llena de ceros su tabla de honorarios aparte de asegurarle un proyecto en torno a su figura.
Otro día aparece Florentino Pérez, el presidente que en su día fichó a Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham, y junto a Zidane (compatriota e ídolo para él) le dice que si firma, será en pocos años la figura del mejor equipo de la historia del fútbol. Otro día le viene Pep Guardiola, que hace siete años lideró un Barcelona que marcó aquella época, y le dice que quiere hacer de él en el Manchester City el nuevo Messi…
Si con 18 años te salen todas esas novias en apenas cuatro semanas, es obvio que Mbappé necesita estar muy bien asesorado o corre serios riesgos de equivocarse en su Decisión Final. Yo soy subjetivo. Lo sé. Pero le aconsejaría que apostara todo al blanco. En el Madrid ganaría la mitad que en el conjunto parisino, seis millones, pero eso le permitiría ser recibido en Valdebebas con los brazos abiertos y sabedor de que en dos o tres cursos podría ser el number one como lo es ahora su admirado Cristiano Ronaldo. Pero entiendo que tantas tentaciones le tengan en vilo. Por eso, a Conrado Valle no le miente. No sabe qué hará…