Hasta los últimos metros no hemos visto lo que todos esperábamos de los Pirineos, ataques que moviesen la clasificación general. Parecía que todos estaban pendientes del ataque de Froome pero el británico no está como otros años, y es normal, el reloj no se detiene y el cambio de generación le puede pasar factura aunque sigue siendo el favorito para la victoria final.

Fabio Aru se ha atrevido a desafiar al jefe de filas del Sky en la dura rampa final y Bardet lo ha aprovechado. El italiano ha sabido esperar su momento para dar un golpe sobre la mesa y situarse como maillot amarillo, siendo el primer corredor capaz de arrebatárselo. Ahora hay que ver cómo reacciona el triple ganador del Tour ante una situación con la que nunca ha tenido que enfrentarse. Astana ha conseguido lo más complicado pero debe ser consciente de que no tiene equipo para poder dominar la carrera y su líder tiene que seguir la rueda de Froome, porque Sky va a tomar las riendas, el equipo británico no necesita cambiar su estrategia, las diferencias son mínimos. Aru y Bardet saben que necesitan más de un minuto de diferencia si quieren tener opciones tras la contrarreloj de Marsella, por ello deben ser ellos quienes ataquen. Todos estamos dejando un poco de lado a Rigoberto Urán, el colombiano es cuarto en la general y es bueno en contrarreloj, hay que estar atentos al corredor del Cannondale.

A Contador no podemos reprocharle nada, cuando tiene un mínimo de fuerza lo intenta y esto nos asegura espectáculo. En cambio, a Nairo se le puede hacer duro lo que queda de Tour, ha hecho podium todos los años y para su cabeza no va a ser fácil tener que adaptarse a esta situación. Necesita el apoyo de su equipo para mantener la ilusión de luchar por etapas.