Ayer fue una tarde diferente. Olía a despedida, te veía diferente y desprendías nostalgia. Iba a ser la última vez en que nos viéramos. Tú con tus mejores galas y yo con mi camiseta favorita. Abrí bien los ojos para que en mi retina quedaran grabados todos aquellos rincones donde agitaste mi corazón, donde me hiciste feliz. Y desde ese primer encuentro supe que eras para mí. Que por muy difícil que nos lo pusiera la vida siempre me gustaría verte. Me transmitiste algo único: la pasión.

Ahora pasarás a la historia del fútbol, del Atleti y de mí. Duele separarse, emprender nuevos caminos, cerrar etapas. Pero saldré del estadio con una sonrisa. Me diste tantas cosas buenas que no quiero que las lágrimas nublen mis ojos la última vez que nos veamos. Me levanto de mi asiento sin dejar de mirarte. Y doy el primer paso alejándome de ti con una mochila llena de momentos que nadie me quitará, con estos colores como seña de identidad y con la misma ilusión que aquella niña de 6 años que, de la mano de su padre, se sentó por primera vez en el hormigón de tus gradas. ¡Gracias Calderón!

Paloma Riquer es participante del concurso Despídete del Vicente Calderón con el Diario As