¿Y si no viene hasta el 31 de agosto?
Me paran estos días numerosos madridistas con la misma pregunta: “¿Vamos a fichar a Mbappé?”. A todos les digo que se armen de paciencia porque esto va para largo. Todavía tengo fresco en mi memoria cómo llegaron el 31 de agosto Ronaldo Nazario (año 2002) y Sergio Ramos (2005). Cuando un club como el Mónaco expone a mar abierto un gran trozo de carne fresca en la boca y sabe que abajo esperan Real Madrid y PSG con las fauces abiertas, es normal que los poseedores de la presa jueguen sus cartas sin prisas. Tampoco el Madrid debe volverse loco con los plazos.
En el caso de Mbappé la pelota está en el tejado del chaval, que por un lado quiere hacer caso a su deseo infantil (ya visitó Valdebebas siendo un niño y se fotografió con Zidane y Cristiano), pero por otro siente la presión familiar de quedarse en su ciudad natal (París) y con Deschamps siguiendo de primera mano sus partidos pensando en la cita trascendente del Mundial de Rusia con Les Bleus. El chico tiene buena cabeza pese a su adolescente edad, pero no podemos meterle una presión añadida que le haría equivocarse en la decisión final. Si tiene que venir el 31 de agosto, pues se le espera. Para ganar las Supercopas a United y Barça no hace falta Mbappé. Este equipazo conquistó la Duodécima arrasando a la Juventus en Cardiff…