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Ceballos es MVP y Saúl, Pichichi, pero...

Los chicos pueden volver tranquilos: han cumplido. Ser subcampeón es frustrante, pero es bastante. Alemania fue mucho rival, hay que reconocerlo. Alemania está de regreso. Campeona del Mundo, ha mandado a la Confecup a ocho Sub-21, y aun así ha ganado en esta categoría. Y su ‘A’ rejuvenecida está en la final de la Confecup. Nos cabe al menos el reconocimiento de que el fútbol alemán está así de bien tras beber en fuentes españolas. Cuando andaban mal, vinieron por aquí a ver qué hacía España, copiaron nuestros métodos y también movieron su fútbol severo hacia un estilo de más manejo, de más masticar la jugada. Y ahí están.

En cuanto a los nuestros, siempre he escrito en este campeonato que el equipo no estaba hilado del todo. Y cuando ha subido la exigencia, se ha notado, como se ha notado cierta endeblez en el centro de la defensa. No me convence del todo lo que ha hecho Celades. Creo que hemos tenido mejores jugadores que equipo. Jugadores buenos y entusiastas, pero sin la armazón necesaria para controlar los partidos. Magnífico Ceballos, que recibió el premio a mejor jugador del torneo, tremendo Saúl, goleador del mismo, brillantes muchos otros, insistentes casi todos. Pero Alemania, más fuerte y mejor construida, fue demasiado rival.

Eso sí: el final fue digno. España murió apretando. Mejoró con Gayá, mejoró con Williams, entró a falta de poco Borja Mayoral... Pero esta vez la demoledora contundencia de otras noches no llegó. Pollersbeck le sacó un chutazo a Saúl, a Ceballos se le escapó otro por poco y no hubo mucho más. Asensio merodeó bien, pero no tuvo el santo de cara. Y me preocupa Deulofeu después de lo visto en todo el torneo. Este jugador iba para genio, por su regate venenoso e incontenible, pero ya no le luce como antes. Con todo, hay que estar agradecido a estos muchachos, que nos han tenido ilusionados estos días. España tiene futuro, claro que sí.