Francesc Via

El de al lado de Diego Reyes

Como siempre, nos las prometíamos felices respecto a la confección de la plantilla, y nos creímos una vez más la sempiterna promesa incumplida de tener el grupo perfilado antes de la pretemporada. Pero con junio a punto de agotarse solo consignamos un alta y media, la de Sergio y la de Dídac, que pronto será oficial. Son dos retornos que indiscutiblemente mejoran la calidad del grupo, pero no lo suficiente, y ni mucho menos a la altura de las expectativas generadas. La puerta del vestuario está bloqueada, atrancada incluso por los que de momento hacen oídos sordos a los avisos de desahucio, y para que alguno abandone la casa del Gran Hermano no va a bastar con nominarlo. Cosas de los contratos, que cuando se firman siempre sonríen ambas partes y cuando se acaban solo se ríe una.

Con todo, no hay que llamar al drama. Queda mucho verano para estar atentos a los múltiples cambalaches y la columna vertebral está prácticamente íntegra. Inquietan los centrales, pues en estos momentos solo tenemos uno que lo es a su pesar. Sigue el pulso por Diego Reyes, una petición del míster que de momento es inasequible. Es un buen jugador y una más que posible venta suculenta en el futuro, pero no se vuelvan locos que el bueno es el que juega a su lado. Es nuestro jugador más importante y capaz de hacer mejor a cualquiera. Además, si no viene Reyes, habrá plan B ¿no?