España sigue bajo sospecha
Vamos a ser claros. La opinión pública internacional piensa desde hace once años que las principales estrellas de nuestro país se hallan entre las 211 bolsas de sangre requisadas en la Operación Puerto y que la Edad de Oro del deporte español está impulsada por las fórmulas magistrales de Eufemiano Fuentes y sus socios. Aunque el sumario y las filtraciones apuntan a que los implicados proceden mayoritariamente del ciclismo y del atletismo, fuera están convencidos de que también aparecerían el fútbol, el baloncesto, Rafa Nadal… Y tienen la seguridad de que esa es la razón, y no otra, por la que la justicia de España ha denegado repetidamente el acceso a las bolsas. En Italia sí lograron una muestra y descubrieron a Alejandro Valverde, un nombre que aquí no había trascendido. Eso apoya sus tesis.
He escuchado esas suposiciones, una y otra vez, de periodistas extranjeros. Cuando la Audiencia de Madrid concedió por fin la sangre en junio de 2016, el auto ya no cayó con alegría en la AMA, al comprobar que los hechos habían prescrito ¡por 22 días! En la Agencia Mundial creen, aunque no lo digan en público, que esa resolución se ha manipulado. Para colmo, el mismo juez difundió una nueva interpretación hace unos días: las bolsas solo sirven para casos ya abiertos. Inexistentes. Ante esto, el mismo CSD que otras veces buscó soluciones, ahora calla. Sí ha hablado José Luis Terreros, director de la AEPSAD, para decir que la OP se da por cerrada. Más leña para que España arda bajo sospecha. Sólo se atisba un remedio: que la AMA encuentre una salida y, de paso, nos vuelva a sacar los colores.