Alonso no lo tiene nada fácil

Alonso asegura que estará en un proyecto ganador en 2018. Es importante que se muestre optimista, esa es la actitud para intentar salir del pozo en el que se encuentra sumido con McLaren Honda. Sin embargo, no tengo tan claro que vaya a ser fácil para el asturiano encontrar ese volante competitivo que anhela y merece. Entre otras cosas porque es algo que no depende de él, su futuro se verá condicionado por las decisiones de terceros, equipos y pilotos. Para seguir en Woking sería imprescindible un cambio de proveedor de motores, con la opción de Mercedes como la más factible. La pregunta ante tal supuesto es evidente: ¿les facilitarán los alemanes un material que les puede poner en apuros a ellos mismos? Y la respuesta se antoja más que previsible, con antecedentes claros en casos similares.

Cambiar de escudería tampoco le va a resultar sencillo. Quizá Alonso disponga de información privilegiada, sepa cosas que se nos escapan a los demás, más allá de que Hamilton haya insinuado que quizá se marche al acabar esta temporada. Son muchos los factores que se deben alinear para verle sentado en un Mercedes o un Ferrari, quizá demasiados. No quiero decir con esto que resulte imposible, sólo que se tendría que producirse una carambola que hoy cuesta adivinar. Por último, puede ser que le llegue a satisfacer ganar fuera de los grandes premios, pese a que ha dicho que su prioridad es seguir en este campeonato. Aspirar a proyectos solventes en la Indy o Le Mans podría ser un consuelo para él, pero creo que sólo eso, un consuelo… A un campeón de su talento le queda aún mucha F1 en los guantes.