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La Rojita no es sólo la zurda de Asensio

Segundo partido, segunda victoria, y ésta más convincente, aunque no fuera por goleada. La Rojita fue ayer más que Asensio. No dependió de la fabulosa pierna izquierda del mallorquín. Ganó como equipo cuajado ante una selección, Portugal, que venía de seis años sin derrota en esta categoría. Una selección con aires de importancia, dos buenos delanteros, juego colectivo y una dureza que es tradicional en los equipos lusos. A eso opuso España su clase, con Saúl como pilar, junto a un Ceballos que mejoró mucho el papel de Denis Suárez en la víspera. Fue más que ante Macedonia, aunque aún no alcanza el pleno funcionamiento colectivo.

Lo que me provoca más dudas en este equipo es, curiosamente, Deulofeu. Brillante y revolucionario regateador, ha adoptado aquí un papel de displicente superioridad, como de veterano que tiene cosas que enseñar con un juego sosegado. Y aquí es realmente el veterano, porque lleva en este equipo mucho tiempo, por su precocidad. Pero en puridad es un jugador joven que tiene la virtud del extremo revoltoso. Con eso destacó y con eso puede aún hacer carrera, al menos como arma revolucionaria al final de los partidos. En el fútbol ‘adulto’ no le va a servir el papel que ahora se adjudica. Al menos ayer le dio un gol a Sandro.

Eso quedó aún más en evidencia cuando salió Williams, que en el último instante nos quitó del cuello la mano de Portugal, que había cazado el 2-1 con un remate prodigioso de Bruma y apretaba. Estábamos en el descuento cuando Williams salió como un rayo y cruzó el 3-1 final. Este es un jugador que no puede desperdiciar este equipo que, aparte de los que juegan, tiene unos reservas excelentes. Aún no hemos visto comparecer a Soler, otro jugadorazo. Así de caro está jugar aquí. Ya estamos clasificados, a falta del tercer partido, con Serbia, que servirá para que descansen los titulares y suelten tensión los demás.