Florentino sacó la cara por Cristiano
Florentino compareció ayer ante el mundo reinvestido para un quinto mandato. No ha habido elecciones, no ha habido opositor. No puede haberlo, después de las condiciones que coló hace un par de asambleas: ser terriblemente rico y llevar veinte años de socio. La segunda condición no la cumple Boluda por muy poco y más de uno sospecha que esa fue la razón de elevar el listón, antes colocado en la prudente altura de diez años, a veinte. Él y su junta, claro, no tienen que avalar. La junta viene a ser la misma, con la novedad de una cara femenina, Catalina Miñarro, abogada del Estado, con larga experiencia en Mapfre y no tan larga en ACS.
El acto fue triunfal. Su derecho tiene. El Madrid ha ganado mucho últimamente y él ha salvado con habilidad algunos obstáculos. Se deshizo de Benítez y se agarró a Zidane, que ha sido mano de santo. Lo demás lo ha ido haciendo Cristiano (que se lo encontró fichado) con sus goles. Él por su parte, ha rectificado algunas actitudes y ahora hasta recupera para el club a Raúl, aquel símbolo que se fue de mala manera, como pasó con Casillas. Bien hecho. Lo peor ahora es el vaivén de los socios de arriba para abajo. El Madrid es de sus socios, pero ninguno puede presentarse (al último que se atrevió ya vieron lo que le pasó) y los pastorea a su antojo.
No hubo preguntas (ni siquiera saludó a la prensa). La más acuciante era la de Cristiano. Hubo que esperar a escuchar Onda Cero, por donde empezó su gira de promoción de la nueva época. Y fue terminante sobre el caso: está con Cristiano, le cree, le defendió. A la pregunta de si el Madrid pagaría el roto, dijo que no procede, que Cristiano no lo permitiría. Para mí, la pregunta procedía; de lo segundo, no estoy seguro. En todo caso, me pareció que le tendía una mano a Cristiano, que está en un apuro, un tercio por sus asesores, otro tercio por la Fiscalía y un último tercio por su primera reacción. En fin: vengan días, vengan goles y venga luz que clarifique esto.