Durant-Warriors: un matrimonio criticado que valió la pena
KD ha cumplido sueño el mismo día (con 26 años de diferencia) y a la misma edad (28 años) con la que Jordan se coronó por primera vez. ¿Casualidad?
4 de julio 2016. Kevin Durant anuncia su decisión: deja Oklahoma para irse a jugar a los Warriors. 12 junio de 2017. Los Warriors reconquistan el Larry O’Brien con ‘Durantula’ como indiscutible MVP de las Finales. 344 días después podemos afirmar que este matrimonio mereció la pena. Tras meses de críticas, acusaciones —entre otras— de cobarde, continuos desdenes por parte de sus excompañeros en los Thunder y abucheos por parte de su antigua afición, hoy es el momento de descubrirse ante Kevin Durant. El segundo mejor jugador de la NBA en la actualidad ha logrado que su sueño en forma de anillo se haga realidad a la primera oportunidad. Y lo ha cumplido el mismo día (con 26 años de diferencia) y a la misma edad (28 años) con la que Michael Jordan se coronó por primera vez. ¿Casualidad? Sólo el tiempo nos dará la respuesta…
Por el momento, lo que sí sabemos es que Golden State se ha ganado el derecho a ser considerado como uno de los mejores equipos de siempre. Su ciclo no ha hecho más que comenzar, pero los números logrados y el dominio (insultante en la mayoría de ocasiones) mostrado a lo largo de estas tres mágicas temporadas les convierten desde ya en leyenda. Anillo, la mejor Temporada Regular de la historia (73-9) y un segundo anillo tras firmar un 16-1 en estos playoffs (una marca tampoco antes vista) forman una secuencia memorable. Claro que tan aplastante superioridad les ha situado en el centro de la diana de propios y extraños. De ser el equipo de todos a odiados. Una etiqueta, la de Supervillanos, de la que ellos mismos alardean y que se gestó en el mismo momento en el que Kevin Durant dijo sí a la propuesta que Bob Myers le planteó en Los Hamptons. La pura conveniencia por ganar títulos les unió. El transcurrir de las victorias hizo que surgiera un cariño que esta noche se ha tornado en amor de verdad. Habrá quien siga viendo mal su matrimonio, pero ellos saben que valió la pena. Más con un anillo de por medio.