Mbappé, un chico casi perfecto
Habrá que buscarle un defecto porque, ahora mismo, es muy difícil encontrar a un joven futbolista tan famoso, tan deseado por los grandes clubes europeos pero, a la vez, tan normal y con la cabeza tan bien amueblada. La madurez de este chico de sólo dieciocho años me parece asombrosa y su forma de hablar denota enseguida su grado de inteligencia y de madurez. Con Kylian Mbappé estamos muy lejos de estos jóvenes jugadores poco estructurados mentalmente y que se dejan influir de forma muy negativa por la llegada masiva de dinero y de reconocimiento. A veces no lo soportan y reaccionan cometiendo tonterías y, la verdad, se puede llegar a entenderles.
Algo que no ocurre con el delantero estrella del Mónaco porque, no sólo ha recibido una buena educación, sino que está también muy bien asesorado. Resulta que la persona que le aconseja y “dirige” su carrera no es otra que su padre. No de esos padres que escriben whatsapp a periodistas para burlarse de los futbolistas que le quitan el puesto a sus hijos sino de esos padres que opinan que la vida y la felicidad son más importantes que el fútbol y los euros. Sé con certeza que Mbappé sueña con jugar en el Real Madrid, pero estoy seguro de que el chaval escogerá el mejor momento para hacerlo. Y todo el mundo saldrá ganando.