El Madrid gana aire ante Baskonia o Valencia
Habla Ricardo González en su crónica de "un Madrid con mucho más fondo de armario". Y es que esa es verdaderamente la receta que da los títulos al club, ya sea en su sección de baloncesto o en la de fútbol. Mientras la primera plantilla del balón/césped viajaba de la Comunidad al Ayuntamiento, con miles de madrileños siguiendo a Hamelín, la del balón/parqué se imponía al Unicaja en el Martín Carpena. 3-0 en la semifinal, victoria por la vía rápida. Aire nuevo en los pulmones.
Esa velocidad para resolver es especialmente agradecida por Pablo Laso, consciente de que los traspiés de la plantilla en la presente temporada se deben más a la acumulación de partidos que al talento en sí. Ese, por cierto, es indudable. Tiró del carro Llull, que no es novedad sino pan nuestro de cada día, y también Randolph, cuya continuidad ya está asegurada para el ejercicio 2017-18. Y cuando mediado el último cuarto parecía que habría cuarto partido en Málaga… se esfumó.
De Cardiff al baloncesto
El Real Madrid ya está en la final, donde ahora aguarda a que Baskonia y Valencia resuelvan su eliminatoria. Por lo pronto, los blancos disfrutarán ya de dos días más de descanso, lo que vale lo suyo teniendo en cuenta el kilometraje de todos los que quieren llevarse el gato (esa Liga Endesa) al agua en este mes de junio. En el caso del Real Madrid, supondría el hat-trick, su tercer título consecutivo. Manuela Carmena y Cristina Cifuentes celebran esta tarde dominical la Champions de Cardiff del equipo de fútbol, ahí están los gritos calle arriba y calle abajo; seguramente, con el rabillo del ojo miran cómo tienen la agenda por si los de baloncesto también merecen galletas de chocolate.