Víspera de Reyes
Desde hace un año, el perico espera el verano con la misma impaciencia de un niño en la víspera de Reyes, demostrando que en fútbol la ilusión es el valor absoluto. Por encima incluso de ganar partidos está soñar con hacerlo. Aún no nos creemos que ha pasado el tiempo de las despedidas lacrimógenas, en el que los rivales entraban como raposas a llevarse a las mejores gallinas del corral. No solo eso, sino que muy a gusto en nuestro pellejo de nuevos ricos, nos permitimos aconsejar a nuestro club que pague cualquier cosa que se le pida para retener a nuestras perlas.
El caso de Diego Reyes resulta paradigmático en este sentido, en septiembre a todos nos parecía caro y ahora, a la gran mayoría les resulta barato. Pero siete siguen siendo muchos millones para un Espanyol que o acierta en los fichajes, o le va a costar bastante dar ese salto que le debe colocar entre los grandes. Ellos ya están en el lugar al que queremos llegar.
Los tres equipos que tenemos por encima sí acometerían un fichaje de ese estilo sin pestañear. Nosotros debemos sopesar una compra de ese calibre: pagar siete kilos por Diego Reyes sería directamente el fichaje más caro de la historia del club. Y no se engañen, el mejor argumento para comprarlo sigue siendo lo que podríamos sacar por él. Es la única forma de crecer.