La Celeste Sub-20 promete en este Mundial
Enzo Francescoli jugó el mundial juvenil de 1981 en Australia. Prometía entonces en Wanderers, y a su lado en esa prometedora celeste nombres como Da Silva o Aguilera. Aquella celeste no pasó de cuartos, pero Francescoli hizo carrera grande en América. Seguro que vio el triunfo uruguayo ante una débil Italia, en un debut mundialista que dejó muchas certezas para Uruguay. Una selección que se arma en torno a la pelota, que domina, que juega poco en largo y que tiene varios jugadores desequilibrantes. Uno es Amaral, un zurdo de Nacional que resolvió el partido con un golazo de libre directo marca de la casa. Necesita controlar más el peso pero si lo hace tiene el futuro asegurado. Mientras no lo haga no pasará de ser un futbolista de destellos, intermitente. Otro es Valverde, ya en la cantera del Real Madrid después de haber debutado en el primer equipo de Peñarol. Y el punta De la Cruz, pieza clave del Liverpool de Montevideo que llegó a la final de la Copa Libertadores Sub-20 también Betancur ya fichado por la Juventus. Y por supuesto Schiapacasse, joya de la cantera del Atlético que empezó el Sudamericano Sub-20 como nueve pero mejoró cuando retrasó su posición. En este mundial le han devuelto arriba del todo. Ganó Uruguay y es uno de los favoritos en este mundial repleto de sorpresas. Zambia destrozó a Portugal y Vietnam sacó un punto ante Nueva Zelanda. Y Ecuador y Estados Unidos jugaron un partido épico.