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La "segunda unidad"

El manejo de Zidane en las alineaciones de esta temporada ha logrado que se popularice la locución “segunda unidad”.

Obviamente, se puede decir “segunda unidad” en muchos contextos, de modo que cada uno de esos dos términos funcione por sí mismo. Por ejemplo, cuando oímos “si compra dos yogures, la segunda unidad le sale a mitad de precio”. Pero no nos referiremos aquí a eso, sino al concepto que forman ambos vocablos, unidos como siameses para referirse a la idea de un segundo equipo.

Gran parte del vocabulario futbolístico sale de la vida misma (portería, defensa, esquina, bombear...) y a su vez el fútbol aporta a la vida algunas expresiones genuinas de su propio mundo: casarse de penalti, meterle un gol a alguien, calentar banquillo...

En el caso de la expresión “segunda unidad”, el origen cercano se halla en el baloncesto. En ese deporte, el equipo titular va rotando para descansar, y a veces se hallan en la cancha, todos juntos, esos jugadores a los que se considera suplentes o que suelen disfrutar de menos minutos. Y entonces se dice que participa la “segunda unidad”.

También se ha utilizado esa locución en las pruebas de motor: “La moto de Lorenzo no arrancó, y se reincorporó a la vuelta de formación con la segunda unidad”.

Pero a su vez estos deportes tomaron la expresión del cine. En este mundillo, se llama “segunda unidad” al equipo que se encarga de preparar y rodar las escenas de acción o de riesgo, que pueden contar incluso con su propio director.

Y el cine tuvo por su parte el precedente del vocabulario militar. En el lenguaje de los ejércitos profesionales, se llama “segunda unidad” a una fracción de la fuerza que está dispuesta para reemplazar en el ataque a la primera o para reforzar su acción.

En el año 1826, el especialista Evaristo San Miguel escribía en su obra Elementos del arte de la guerra: “Evoluciones de línea. Así como hemos formado la segunda unidad de la línea de batalla con seis batallones en la infantería, la compondremos con ocho escuadrones en la caballería. Estos escuadrones estarán formados en una misma línea de batalla con intervalo de ocho a diez pasos”.

No sé si Zidane habrá seguido algún manual semejante para formar su estrategia, pero sí parece haber acudido a los dos antecedentes extradeportivos de esa expresión: la segunda unidad de su infantería juega de cine.