Los playoff de la Liga Endesa empezarán con una pizca de picante, que falta hace. Madrid-Andorra, con todo el morbo del cántico que inundó la Copa de Vitoria. El “era campo atrás” de Llull que Hierrezuelo no vio se convirtió en viral y hasta se vendieron camisetas del suceso. Aquel día, Francesc Solana, director deportivo del Morabanc, gritó que “al Madrid no le hacía falta ganar así”. Pero el tiempo lo cura todo y el mismo Solana, hombre de baloncesto, ya significa aquel episodio de “anécdota” y hasta estima las opciones reales del equipo del Principado: “Un uno por ciento”. Y así de difícil es. Sólo una vez en la historia un octavo clasificado ha eliminado al primero de la fase regular. La gesta pertenece al Unicaja de Scariolo, que en 2008 liquidó 2-0 al Madrid de Plaza.

Además, el calendario les empareja en una última jornada intrascendente para ambos. La ACB desoyó la petición del Madrid, que solicitó adelantar el partido para ganar tiempo de descanso y preparación con vistas a la Final Four de Estambul. Otro pellizquito más entre el organismo y los grandes, que el otro día dieron un zapatazo en Barcelona y amenazaron con crear un club privado en el que montar su competición. La bravata no tiene pinta de ir muy lejos pero tiene fondo. Es evidente que los intereses circulan en dirección muy opuesta. Para los ‘ricos’, el ingreso está en la Euroliga. Para el resto, en la supervivencia de la competición con Barça y Madrid y con 18 o hasta 20 equipos ahora que el canon se va al infierno. Roca, Garbajosa y Lete tienen un buen toro aquí.