La antítesis del Atleti: guía del derbi más distinto de esta era

Papeles cambiados. Será el partido de las contradicciones. Un Atlético inflamado se lanzará al arrebato ante un Madrid más contenido con la sujeción de una ventaja que no se le puede escapar. Se espera a un equipo orgulloso que debe recuperar su identidad perdida en el Bernabéu. Madrugará, ya sea con el 4-4-2 habitual o un 4-3-3 con Griezmann, Gameiro y Torres, con genio para intimidar a los de Zidane. Ataque total rojiblanco con la aspiración legítima de girar la eliminatoria.

Presión y presión. El Atleti no puede conceder al Madrid espacios para el desahogo. Simeone exigirá apretar la salida blanca desde el inicio con la intención de robar en campo madridista (65 recuperaciones por duelo en la Champions). Gabi liderará las maniobras de apretura y todo el bloque atlético le seguirá. Casemiro, equivocado en varias acciones de la ida, obligado a no confundirse en la entrega.

Colonización. Si el Atlético cumple este primer objetivo, podrá desplegarse en terreno de juego rival. Cometerá un error si vuelve a caer en la precipitación y no conecta con Griezmann, desasistido hace una semana. Los centrocampistas titulares (Koke, Gabi, Saúl y Carrasco) acumularon hasta 50 pérdidas. Deberá rebelarse contra su propia naturaleza. Nunca ha destacado el Atlético de Simeone por saber manejarse en espacios reducidos. Necesita que Carrasco genere y elija bien, algo que no siempre concuerda en su fútbol. También debe producir desde los laterales. El probable regreso de Juanfran airea el ala derecha y Filipe ambicionará ser el brazo ejecutor por la izquierda.

Partido de centrales. La actuación de Savic y Godín, borroso en la ida, concretará las posibilidades reales del Atlético. El riesgo lógico que tomará les expondrá en duelos individuales con Benzema y el martillo de Cristiano. Están forzados a anticiparse con destreza. Varane y Ramos, en el otro perfil, también contraerán competencias delicadas ante un rival que le intentará atropellar a base de centros y pases verticales.

Con la posesión. No le conviene al Madrid flirtear con el resultado. Un gol dejaría la semifinal casi imposible para los de Simeone. Administrar el balón fatigaría al Atlético y rebajaría el calor atmosférico del Calderón. El 4-4-2, al que se ha entregado Zidane sólo tras la lesión de Bale, mejora al Madrid. Se advirtió en la ida. Tuvo el 61,5% de posesión y registró 257 pases más que el equipo colchonero. Claves las apariciones de Isco entre líneas.

La amenaza. Donde no le alcanza el fútbol de construcción cuidada siempre le queda la contra. El Madrid tramitó transiciones de alto nivel tras el 2-0 que hicieron descarriar al Atleti en la ida. Parece que Cristiano ha rescatado su explosividad y las balas de Asensio y Lucas desde el banquillo enriquecen la mudanza. Una marcha que puede acabar de liquidar el pundonor atlético.

Encimar la salida

La puesta en escena del Atlético fue más que digna. Incomodó al Madrid buscándole en su área con las líneas adelantadas. Keylor no es portero de buen pie y encimarle le puede facilitar el trayecto. Sólo le duró cinco minutos. Hoy ha de ser más continuo.

Desmarques por dentro

La habilidad de Gameiro y Griezmann en los movimientos de ruptura puede corromper el sistema defensivo del Madrid. Su mejor ocasión en el coliseo blanco derivó de un desmarque de Gameiro. Griezmann selló el empate en el derbi liguero con una jugada similar. Por ahí transporta peligro el Atleti.