Dos formas de ser tratado
Los dos son franceses, son grandes futbolistas, son muy simpáticos y viven en Madrid. Hasta aquí las similitudes entre Antoine Griezmann y Karim Benzema. Porque, para el resto, todo parece separar a mis dos compatriotas. El primero juega en el Atlético y es producto de la cantera del fútbol español (Real Sociedad), cuando el otro juega en el Madrid después de haber sido formado en la escuela de fútbol de Lyon. Al rojiblanco se le perdona todo, incluso cuando expresa dudas sobre su futuro y no cierra la puerta al interés (real) del club rival de la capital. Al madridista le atacan por todas partes y casi hacen portadas de periódicos por haberse hecho una foto con una iguana durante sus vacaciones de Navidad.
A Griezmann su afición le quiere con locura aunque sólo este jugando su tercera temporada en el Atleti, pero a Benzema le pita su propio público cuando lleva casi ocho años vestido de blanco y ha rechazado múltiples ofertas millonarias de otros clubes europeos. Al primero le dejan el derecho de bajar su nivel durante varios partidos seguidos y al segundo le machacan por un simple pase fallado. Dos chicos de bien y dos estrellas del mundo del fútbol. Pero dos formas de ser tratado. Una pena...