Último derbi en el Vicente Calderón
Ya está: Madrid-Atlético en semifinales, primero en el Bernabéu, en el 2 de mayo, Fiesta de la Comunidad; el de vuelta, el 10, en el Calderón. Será el último derbi en ese estadio. Un acontecimiento. Para unos y para otros será una medalla más haber resuelto ese partido ganando plaza en la final de Cardiff a costa del vecino. Los duendecillos del fútbol guardan estas sorpresas. La víspera hicimos encuesta en As y una mayoría de atléticos preferían esta semifinal al albur de una final que tan malos precedentes tiene para ellos. Entre los madridistas, sin embargo, se prefería otra final madrileña, y no sólo por los precedentes, me supongo.
Unos y otros piensan que el Atlético tiene más posibilidades ante el Madrid a doble partido. Lo que sí hubiera deseado Simeone era el primer partido en su casa. No todo el mundo piensa eso, pero para el método Simeone es preferible: así no tiene que arriesgar en casa, incluso cuenta con que un 0-0 no es malo, porque se compensa con un 1-1 en la vuelta. Simeone es especialista en no regalar nada y penalizar el error del rival, que antes o después se produce. El Madrid por contra, hubiera preferido el segundo en casa. Le gusta correr con liebre en la vuelta, saber a qué atenerse, decidir, en definitiva, en su propio ambiente, con su gente.
Esta semifinal tiene un precedente remoto, en el 59, que acabó con desempate en Zaragoza. Pero prefiero fijarme en los más recientes: por cuarta vez consecutiva se enfrentan Madrid y Atlético en la Champions. Las tres anteriores pasó el Madrid, las tres apuradísimamente. Nadie que no sea el Madrid ha eliminado al Atlético de la Champions en estos últimos cuatro años. Eso habla del nivel del fútbol en esta ciudad, que vive un tiempo privilegiado. Por lo demás, llegan muy bien. El Atlético pasó su bache, consecuencia de un tiempo de dudas que Simeone resolvió. Zidane ha administrado a Cristiano mejor que años anteriores, gran decisión.