Las sanciones por las protestas deberían ser económicas
Las sanciones y expulsiones por protestar. No voy a entrar a valorar la sanción a Neymar por aplaudir al cuarto árbitro, pero me gustaría dar una idea para su estudio. En primer lugar, separaría las sanciones contra el juego de las protestas, no durante el partido, que seguiría todo igual, pero sí a posteriori. Las sanciones de partidos por acumulación de amonestaciones las mantendría, pero en las amonestaciones o expulsiones por protestas soy partidario de que sean monetarias. Todos queremos ver a los mejores jugadores dentro de un terreno de juego, porque no nos olvidemos que son los grandes protagonistas de todo este invento y vernos privados de su participación en el espectáculo por protestar me parece excesivo. En el campo le amonestas o le expulsas, pero luego la sanción sería una multa económica usando un tanto por ciento de lo que cobran y la amonestación no contaría para el ciclo.
Los comités. Luego, en los diferentes comités sancionadores, estaría bien que entrasen a formar parte de él un jugador y un árbitro para asesorar en el visionado de las jugadas. Puedes saber mucho de leyes pero luego hay que interpretar lo que sucede dentro del terreno de juego y qué mejor que estar asesorado por los que saben lo que pasa ahí abajo.
En Regional o deporte base es otra cosa. Todo esto a nivel profesional ya que a nivel de regional o deporte base la problemática es diferente. No puede ser que gracias a las redes sociales ahora nos demos cuenta de la violencia que hay en la base. Sí, no nos engañemos más, ni miremos para otro lado, tenemos un grave problema que nos azota en el fútbol base y aquí sí que tenemos que ser valientes en cortar de raíz y tener tolerancia cero.
Que los árbitros no se sientan solos. Por eso, desde aquí, si Jorge Pérez gana las próximas elecciones a la presidencia de la RFEF me comprometo a que ésta sea una de las piedras angulares del proyecto arbitral. Las soluciones no pueden venir individualmente de las Territoriales, tienen que partir de un consenso de todos los integrantes y conseguir que todos los árbitros actúen de igual manera dándoles todo el apoyo necesario y que nunca más se vean solos e indefensos.