El Chapu es puro ADN madridista

No hace falta nacer junto al Bernabéu para comportarse como un madridista de cuna. Cuando aterrizó en julio de 2014 con 34 años a sus espaldas, los enteradillos de turno me porfiaron con preguntas insidiosas: “¿A qué viene esta ocurrencia de tus amigos Alberto Herreros y Juan Carlos Sánchez? A esa edad Nocioni vendrá a llevárselo”. Me dolió la falta de perspectiva con un tipo que ya vino al mundo bendecido. Ciudad de Santa Fe. Pista fiable sobre su carácter y su personalidad. Señores, al Madrid vino a matricularse en el Olimpo. Le faltaba una Euroliga y la ganó como sólo lo hacen los number one: siendo el MVP en la Final Four. Personalidad, liderazgo, arrojo, dueño y señor de los face to face... Lo que se dice en argentino ser un auténtico ‘canchero’.

Ayer anunció que a sus 37 años nos deja para siempre. Está cansado de reventar botellas de agua y mojar “a los plateístas de la primera fila”. En esta vida, saber diseñar el guion de tu adiós está sólo al alcance de los elegidos. El Chapu ha sabido escoger el momento perfecto, pero hasta junio se partirá el pecho para ayudar a Llull, Reyes, Ayón, Carroll y compañía a ganar otra Liga ACB y otra corona de Europa. Este tío ha sido muy grande. Chapu, cómetelos.