Keylor Navas ya no sonríe ni con Costa Rica

Es dura la vida del arquero, siempre vigilado ante posibles errores y nunca lo suficientemente ponderado frente a los aciertos. Esta temporada Keylor Navas protagoniza ese vaivén al borde del abismo. La mala época que vive en el Madrid tuvo continuación en el primero de sus dos compromisos con Costa Rica. Ya ni su selección nacional le sirve de salvoconducto. El refugio que tantas veces le ha supuesto jugar con los 'ticos' resultó un amplificador de sus fallos, especialmente el del segundo gol que ha dado la vuelta al mundo. Jamás hubo tanta expectación puesta en Europa por un partido de Costa Rica como en este a la espera de un error de Keylor, que además se produjo. El debate sigue abierto, pues.

Es obvio que ni Keylor es el que maravilló en el Mundial de Brasil ni sus fallos tendrían tanta dimensión de no defender la camiseta del Madrid. En realidad el costarricense es víctima de un tornado que lleva azotando a la portería blanca desde que Casillas salió de ella, primero como suplente y luego definitivamente yéndose del club. El Madrid no le ha ayudado con torpezas como la del intento fallido de fichaje de De Gea ni tampoco es tajante cuando salen rumores de todo tipo sobre futuros porteros. Sin quererlo -o no- ha terminado por aislar a su guardameta titular.

En medio de esta tormenta aparece un Keylor afligido, un Keylor que ya no parece feliz en la portería como cuando se hizo grande en el Levante o como cuando llevó a Costa Rica a ser el equipo revelación del último Mundial. Aquello le hizo ganarse un fichaje por el Madrid que le ha terminado por engullir. Keylor necesita sonreír y ya ni con Costa Rica lo consigue.