La España de Lopetegui sigue firme

Misión cumplida. Tres puntos más para La Roja y tres más en la diferencia de goles, que ya es +17, frente a un +9 de Italia. Lo consigno porque caso de acabar empatados a puntos con Italia, contará eso, no los resultados entre nosotros. Algún gol más pudo entrar, porque dimos dos balones al larguero, pero a cambio Marciano, meta israelí, fue condescendiente con dos de los que sí entraron. En conjunto resultó un partido sencillo, bien jugado por España a ráfagas, aunque con algunos sesteos. Silva está cada vez más con los hilos de este equipo, al nivel del propio Iniesta, y esta vez Thiago pasó por delante de Koke.

El partido empezó bien. Lopetegui había estudiado a Israel, que cierra más por dentro que por fuera y el equipo buscó a Jordi Alba, que tuvo un arranque espléndido. España jugó con ritmo, seguridad y nervio hasta el primer gol, pero luego se relajó un tanto. La entrada de Thiago por Koke da más ingenio arriba, pero le quita al equipo posición y seguridad, y se notó. En el primer tiempo Zahavi llegó tres veces a situaciones de remate cómodas, que malogró, y justo antes del descanso De Gea desvió con gran mérito un cabezazo de Refaelov que valía el 1-1. De vuelta de esa jugada, Marciano regaló el gol de Vitolo. Todo resuelto.

El tono fue el mismo en la segunda mitad, con España dueña de la situación aunque otorgando algunas facilidades atrás. Lopetegui utilizó los tres cambios, lo que sirvió para que comprobáramos quiénes son los que más cuentan, junto a los once de salida: Koke, Isco y Iago Aspas, que ha pasado por delante de Morata. El partido se fue deslizando hacia el 4-1 final, que viene a ser justo, dado lo mucho que España llegó y lo bastante que concedió. Ninguno de los seis apercibidos se buscó la tarjeta, de manera que estaremos con todo en Macedonia, el 11 de junio. A la vuelta del verano, Italia aquí, en el que será el partido decisivo.