Los motivos sobran para dejarse la piel
Gestos serios, cabezas agachadas y un director general sin muchas ganas de jugar un partido de Champions League. Así partió el Bayer Leverkusen ayer rumbo a Madrid para afrontar la vuelta de octavos en la Champions League frente al Atlético de Madrid. El conjunto de las aspirinas no disimula. No cree en la remontada y lo articula. Sin pudor. Y lo cierto es que, a priori, tiene motivos de sobra para hacerlo. El palo de la ida fue duro, lleva cuatro partidos sin ganar, cuenta con numerosas bajas (seis más la de Çalhanoglu) y ademas vivió un cambio de entrenadores que parece una solución de emergencia. La situación se presenta complicada, pero lo que no se percibe en Leverkusen es la grandísima ocasión que se les presenta esta noche en la capital española.
Aunque el Bayer no se clasifique para los cuartos de final y quede eliminado de la máxima competición europea cuando el colegiado pite el final del partido, los de Tayfun Korkut pueden volver al oeste de Alemania sobrados de confianza. Plantarle cara a uno de los grandes conjuntos del continente, sobrevivir en el estadio Vicente Calderón y, quizá, sacar un buen resultado en el estadio rojiblanco significaría un plus de autoestima que podría ser determinante para lo que resta de temporada.
El gran objetivo esta marcado: jugar en Europa la temporada que viene. Por tanto sobran motivos para dejarse la piel esta noche. Pero quién sabe. Quizá lo sepan los mandamases del Leverkusen y ayer solamente jugaran al despiste.
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