El malhumor de Zidane es algo insólito
El Sevilla volvió a pinchar, con lo que se empieza a percibir que la Liga va a quedar pronto en un mano a mano Madrid-Barça. Aún sigue por ahí el Sevilla (a dos puntos del Madrid con dos partidos más) pero tiene que visitar en esta segunda vuelta a Atlético, Barcelona y Madrid. Para el tercer puesto aún mantiene una ventaja de cinco puntos, lo que pone un enorme foco en su visita al Atlético, la semana que viene. Los de Simeone ganaron ayer en Granada en un partido de ida y vuelta, un correcalles casi a cara o cruz, resuelto por Griezmann. Este Atlético es más divertido que el de hace poco, pero ha perdido la seguridad en su juego.
Pero estaba en el presumible mano a mano. El Barça visita al Depor y el Madrid recibe al Betis. A Zidane, por alguna razón, se le empieza a ver incómodo. “Sabemos que molestamos”, dijo ayer, en una expresión en la que resucita esa tendencia ahistórica al victimismo que introdujo Mourinho en el club, muy contra la verdad y la sensatez. El Madrid no molesta, es parte del sistema, como lo es el Barça y el disfraz de perseguidos les sienta igual de ridículo a los dos. También se embolicó hablando de la BBC, de que si el 4-4-2 o el 4-3-3. Siempre sostuvo que con la BBC se puede jugar el 4-4-2, pero ayer se le escapó lo contrario y tuvo que rectificarse.
Mala cosa si Zidane se pone nervioso. Su gran fuerte ha sido su flema, teñida de un tenue humor que le sienta muy bien. El problema quizá sea que el Madrid ha visto al Barça descartado sucesivamente de la Liga y de la Champions, y resulta que no, que ahí sigue. Y también que Zidane ya no puede ocultarse más a sí mismo (ni a nadie) que la BBC no le da lo que le debería dar, y al tiempo sabe que Florentino los considera intocables. En Nápoles se decidió a retirar a Bale y Benzema, hecho insólito. Hoy al menos le faltará Bale, por su salida de tarambana ante Las Palmas. Pero vendrán nuevos días en que estén los tres a punto y volverá el enredo.