La UEFA no sabe más que nosotros
Por ponerle salsa a una competición que ya sabe muy bien en su jugo, la UEFA publicó en su página web en menos de un mes una cosa y la contraria. Conocidos los octavofinalistas, mezcló antecedentes históricos de aquí y de allá para concluir que el Barça sería campeón. Acudiendo a cábalas similares había acertado el triunfo del Madrid en 2016. A favor del Barça jugaba que fue líder de grupo, que no tenía el mejor balance defensivo pero que tampoco había encajado más de ocho goles en la competición y que ya había sido campeón. Sólo el equipo azulgrana era capaz de entrar en este traje a medida. No estaban designados entonces los colegiados del PSG-Barça, con lo cual queda descartado que la elección del alemán Aytekin para la vuelta fuese una carta en la manga del adivino.
Tras el 4-0 de París, la UEFA revisó los datos y concluyó que las opciones de remontada eran cero. Para entonces Aytekin ya había sido anunciado, lo que descarta también cualquier connivencia entre el responsable del arbitraje en la UEFA (les suena, es Villar) y el segundo nigromante. Sería, pues, recomendable de aquí en adelante que quien tiene responsabilidad sobre el fútbol respete el principio que ha hecho a ese bendito deporte alzarse sobre los demás: su imprevisibilidad. Y que diga lo mismo que el resto de la humanidad: que tampoco tiene ni pajolera idea de quién va ganar un partido o una eliminatoria.