Terreros: un hombre de la casa para una agencia independiente

Enrique Gómez Bastida ha sido un buen director de la Agencia Española Antidopaje (AEPSAD). Lo escribí el día que trascendió su destitución y no tengo reparos en volver a repetirlo. No ha sido justo que saliera del cargo antes de que la Agencia Mundial (AMA) declarara en cumplimiento a España, el pasado martes, y de que el Congreso validara la modificación de la Ley Antidopaje, este jueves. Bastida peleó durante meses por solventar esa situación, sufrió las consecuencias de una mala política que no dependía de él, sino que le llovió de más arriba, y ni siquiera ha recibido unas buenas palabras para amortiguar los golpes. Sí le han llegado los elogios desde organismos internacionales, que han sabido reconocer el trabajo del Comandante. Nadie es profeta en su tierra, dice el refrán.


Este mismo jueves se anunció oficialmente su sucesor: José Luis Terreros Blanco. En AS ya habíamos adelantado su nombre, no ha sido ninguna sorpresa. Un hombre de la casa. En la lucha antidopaje, no sé si eso es bueno o es malo. Más bien me inclino por lo segundo. Este médico riojano lleva en el CSD desde 2009: ya tuvo competencias en este ámbito como subdirector general de Deporte y Salud y en 2013 aterrizó en el Gabinete del Presidente, donde ha permanecido hasta la fecha. Tanto el despido de Bastida como la designación de Terreros vuelven a poner en cuestión la supuesta independencia de las agencias estatales, pero de eso no tienen culpa ni uno ni otro. Lo honesto y cortés, en este caso, es darle la bienvenida y dejarle trabajar. El listón lo tiene alto. Ya habrá tiempo para balances.