Terreros: un hombre de la casa para una agencia independiente
Enrique Gómez Bastida ha sido un buen director de la Agencia Española Antidopaje (AEPSAD). Lo escribí el día que trascendió su destitución y no tengo reparos en volver a repetirlo. No ha sido justo que saliera del cargo antes de que la Agencia Mundial (AMA) declarara en cumplimiento a España, el pasado martes, y de que el Congreso validara la modificación de la Ley Antidopaje, este jueves. Bastida peleó durante meses por solventar esa situación, sufrió las consecuencias de una mala política que no dependía de él, sino que le llovió de más arriba, y ni siquiera ha recibido unas buenas palabras para amortiguar los golpes. Sí le han llegado los elogios desde organismos internacionales, que han sabido reconocer el trabajo del Comandante. Nadie es profeta en su tierra, dice el refrán.