Sin la BBC vivíamos mejor

Se me viene a la cabeza aquello de "contra Franco vivíamos mejor". Se me viene por libros pasados, no porque lo haya vivido, se me viene porque en ocasiones lo que damos por bueno admite algún pero. Que Cristiano, Benzema y Bale son tres jugadores de quilates, nadie lo duda; que los tres, mezclados en la coctelera, den el mejor Dry Martini, eso ya ofrece más dudas. Cuando el viernes por la noche dejé la redacción del AS, vaticiné: "Benzema firmará un hat trick". Me equivoqué, obvio, suelo hacerlo desde que me ducho cada mañana, pero el francés me demostró a mí y a un río de aficionados que cuando ponemos en duda su capacidad de hacer daño nos arriesgamos a mucho. A demasiado.

Benzemá, James y Asensio


El runrún decía: sin la BBC, el Real Madrid jugará más en bloque, con todos ayudando a todos, sin galones, como un muro como los que quiere levantar... No merece la pena hablar de ello aquí, hablemos de fútbol. Y lo cierto es que en Ipurua asistimos a la mejor versión que el Real Madrid ha ofrecido en las últimas semanas. ¿Benzema? Autor de dos goles y del pase que dio lugar al tercero. Rindió "por encima de todas las discusiones", comentaba Jorge Valdano en beIn Sports. ¿James? Solidario hasta la ONG. ¿Asensio? Como si el último mes de ausencia no hubiera existido.

Todos, absolutamente todos, rindieron como lo que son: una plantilla trufada de genios, talentos internacionales y promesas dispuestas a hacer ruido. El resultado es lo de menos. Ganar así al Eibar, a este Eibar, en Ipurua, tiene su valor. El que quiera restarle mérito a ello corre el riesgo de recibir un bofetón (en forma de resultado, ojo) a las primeras de cambio. Ningún médico podía recetar mejor paracetamol al Real Madrid con vistas a ese martes que aguarda en Nápoles. Remedio efervescente.