La afición mira con lupa a Wenger
La afición del Arsenal (la ruidosa y enojada) se siente escuchada (por los medios más que por el club) y un enorme porcentaje que nadie es capaz de concretar quiere la marcha de Arsene Wenger. Se han cansado de su cara y de las razones que le mantienen en el cargo. Ya se sabe que la furia atrae a más furia, y de repente se oye mucho más a los que le quieren fuera que a los que preferirían que se quedara. El caso es que los que desean su marcha lo hacen por las razones erróneas: querrían que se gastara más dinero aunque eso hipoteque el futuro del club, desearían fichar a Benzema, Pogba, Lewandowski y otros grandes nombres del fútbol mundial porque creen que lo de fichar es como cambiar cromos, sueñan con ganar la liga y la Champions todos los años pero no reparan en que si no tienen un título de liga desde el 2004 será por algo. Me da que hay razones poderosas que lo explican.
Wenger no quiere gastar por gastar (encomiable y una de las razones por las que el club le ha ofrecido renovar dos años más) pero para maximizar lo que tiene habría que crear una atmósfera competitiva que le falta al equipo. Debería haber más casos de futbolistas que mejoraran tras una primera explosión (como hizo Bellerín), pero hay demasiada relajación. Este Arsenal busca la tranquilidad ante el peor rival, y Wenger sentirá de nuevo la presión de los aficionados que entienden poco el proceso que se requiere para ganar cosas, pero cuyo enfado se agranda con cada decepción.