El otro gol de Messi al Alavés y la adolescencia de Sergio León
El resumen de la vigesimosegunda jornada de La Liga Santander nos ha dejado algunas historias curiosas con destacados protagonistas: Messi, Correa, Cabral, Illarra, Kakuta...
El otro gol de Messi al Alavés
Era 22 de enero de 2006 y el Barcelona recibía al Alavés. La luz del barcelonismo, con un equipo líder y vivo en todas las competiciones, se irradiaba en la figura de un niño de media melena con una zurda extraordinaria. Todo el mundo entendía que estaba ante un jugador especial. Hablamos, cómo no, de Messi. Rijkaard protegió con mimo su inclusión en el equipo con el propósito de no resquebrajar la jerarquía del grupo. Ronaldinho, Eto’o, Giuly y Larsson disfrutaban de un estatus superior al argentino, que entraba y salía del once continuamente, sin rango de indispensable. Ante el Alavés el argentino avivó el debate. El Barça sólo pudo ganar en el segundo tiempo después de una primera parte dificilísima. Larsson encaminó el triunfo con su gol, pero la afición culé sólo quería ver a Messi. La petición fue evidente. La parroquia azulgrana no paró de corear su nombre. Rijkaard obedeció y quitó a Larsson. Messi dispuso de 12 minutos de juego, tiempo en el que marcó tras una combinación con Ronaldinho. “Larsson bien, Messi mejor”, publicó AS en su crónica del partido. Aquel tanto al Alavés alcanzó un significado relevante para Messi al perseguirle todavía cierta obsesión negativa de cara al gol.
El fútbol fue el instituto de Sergio León
Como cualquier visita a Pamplona, al Madrid le tocó sufrir lo suyo para lograr el triunfo. Buena parte de culpa se le puede imputar a la resistencia de Sergio León. El delantero, rápido en el desmarque y fino en la definición, lució en el escaparate de la Liga con un actuación notable. Actor principal navarro esta temporada, reconoce sin pudor que el fútbol le evitó una vida de posibles desmanes. El chico, que creció imitando los movimientos de Villa, no tuvo una adolescencia sencilla en Palma del Río. “Siempre iba con lo peorcito del pueblo”, ha admitido en más de una entrevista. El fichaje por el Betis y la posibilidad de ser futbolista le despejó el camino.
Illarra, la confianza y el disparo
La cabeza es el instrumento más delicado de un futbolista. Sin determinación ni confianza en uno mismo resulta inviable forjar una carrera de éxito. A Illarra le faltó creérselo durante su etapa en el Real Madrid. Se vio a un jugador tímido, apocado y sin ningún grado de rebeldía. Desde el club blanco incidían en la habilidad táctica y la inteligencia del mediocentro vasco sobre el terreno de juego, virtudes que no fueron suficientes. No tuvo la evolución esperada e incluso llegó a bajar los brazos ante su estancamiento. Todo es diferente para Illarra en Anoeta. Líder natural de la medular, se atreve a hacer cosas inusuales en su repertorio. El gol de disparo lejano ante el Espanyol asoma como un ejemplo ideal. Cuestión de confianza.
La pasión de Correa y Jorge Solari
Correa desperezó al Sevilla en Las Palmas y selló con su gol una victoria de mérito. El argentino no se alista entre los intocables de Sampaoli, aunque va ganando peso desde el banquillo. Jorge Solari, uno de los fundadores del club Renato Cesarini por el que pasó el sevillista, me explicó una de las principales cualidades de Correa cuando se oficializó su pase al Sevilla. “Es un apasionado del fútbol. Eso le sirvió para llegar a Europa y tener una prometedora carrera”, me aclaró. Le auguró a Correa un triunfo seguro. Hechuras tiene.
El entrenamiento de Kakuta
Sólo ha dejado pequeños detalles hasta el momento, pero Kakuta se ha ganado cierto crédito entre la afición del Deportivo. Necesita afinar su puesta a punto, corto de físico todavía. El futbolista francés, de ascendencia congoleña, progresó en la cantera del Lens y en el Centro de Formación de Liévin por el que también pasaron Varane, Kolo o Lenglet. Joachim Marx, internacional polaco en la década de los sesenta y setenta, fue su instructor en Liévin. “Era un fenómeno. En ocasiones no se entrenaba como debía porque no lo necesitaba. Tenía un talento innato”, confesó Marx en una entrevista con Daily Mail. Kakuta sí necesita ahora un plan de entrenamientos para desplegar toda su calidad en Riazor.
Las 70 camisetas de Cabral de Almirante
No hay mayor hincha de Almirante Brown que Gustavo Cabral. El defensa del Celta, goleador en el Calderón, es un fanático confeso del equipo de Arrecifes. Afirma poseer unas 70 camisetas de Almirante, que aguarda exponer algún día: ‘“Me gustaría hacer como un vestuario y ponerlas ahí. Me gustan mucho la del año ´92; la Nanque, con la publicidad de La Nirva y la Unisport. La más vieja que tengo es una camisa de los ’60s; es amarilla con el bolsillo negro y el número dos”.
Tosca releva a Filipescu
La puesta en escena de Tosca en el Betis ha sembrado el optimismo. El central rumano se ha defendido con enorme corrección en los partidos contra el Barcelona y el Valencia. Dieciocho años antes aterrizó en Sevilla otro zaguero rumano. Iulian Sebastian Filipescu completó cinco temporada como jugador verdiblanco. Tosca es lo que estaba buscando el Betis y Víctor con el sistema de tres centrales. Puede tener buena progresión y cubrir las subidas de Durmisi”, analizó Filipescu sobre su compatriota en las páginas de ABC Sevilla. Un diagnóstico, hasta el momento, acertado.
Canella, Abelardo y un gesto
La llegada de un nuevo entrenador siempre cambia la fisionomía de las plantillas. Roberto Canella, el capitán sportinguista, ha sido uno de los grandes beneficiados en la nueva etapa de Rubi. Con Abelardo nunca terminó de encajar. Pudo salir en verano, una situación que finalmente no se produjo y que le dejó en el ostracismo hasta la décima jornada. Canella fue titular ante el Sevilla y cumplió con pulcritud. “El Pitu me felicitó después del partido y me felicitó hoy en el vestuario, delante de todos mis compañeros, y me dio las gracia”, desveló en sala de prensa. Canella volvió a jugar tres partidos de titular con Abelardo. Exiguo bagaje. Con Rubi todo ha variado para él. Hasta se dio la alegría de marcar al Leganés con la colaboración decisiva de Iago Herrerín.
El fútbol islandés está de moda. Su meritoria Eurocopa, aderezada por una afición incansable y modélica, puso en órbita a jugadores de poco nombre. Ingason, que apenas disputó 49’ minutos durante el torneo, se aprovechó del tirón nórdico y recaló el pasado mes de enero en el Granada. Ya cuenta con el respaldo de Lucas Alcaraz y con la aprobación de una afición que aún sueña con la permanencia. Ingason se formó en el Breidablik, un club con un modelo de cantera similar a La Masía. En este proyecto reside parte del secreto islandés.
Luis Hernández, el mejor fichaje de Arnau
Quedó desencantado Arnau por no haber podido cerrar antes la incorporación de Luis Hernández. El defensa madrileño decidió firmar por el Leicester cuando expiró su contrato con el Sporting. El Málaga peleó con el club británico, pero la opción de disputar la Champions y la oferta económica inclinaron las preferencias de Luis Hernández hacia el Leicester. Arnau no se dio nunca por vencido y viendo su escasa participación en el equipo de Ranieri reactivó la operación. “Ha sido mi mejor fichaje”, aseguró el director deportivo malacitano. Un traspaso de autor.