Este Atlético está muy vivo

Aun sin haberse clasificado para la final de Copa, el Atlético salió del Camp Nou con mejor cara. Llegó a la eliminatoria ante el Barça con síntomas de anemia, con paso cansino y semblante paliducho, irregular, alterando días buenos y malos, como si los cinco años atrás hiciesen mella en su salud. Corroboraba esos síntomas su primera parte del partido de ida. Y fueron las siguientes tres cuartas partes de la eliminatoria ante un grandísimo rival donde parece haber recibido una transfusión que los hace salir reforzados para el futuro.

Los rojiblancos demostraron que a orgullo pocos le ganan. Cuando más trascendental es el partido más se acrecienta ese ADN para competir con cualquiera. La eliminatoria ante el Barça no debe de quedar en orgullo y cabeza arriba, esta imagen es la demostración de que el equipo está muy vivo o así al menos lo veo yo ahora, cierto que antes tenía mis reticencias. Los del Cholo son más asequibles cuando se quedan en tierra de nadie, cuando titubean a la hora de elegir el camino hacia la victoria. El Atlético de la ‘semi’ es el reconocible, es ese equipo que según lo requiera el partido, repliegue o presión en campo contrario, lo hacen todo desde la fe y el convencimiento. Sin profundizar en temas individuales, resaltar que me gustó la dupla Koke-Saúl, para mí la pareja del futuro y los pilares de los próximos proyectos rojiblancos junto a Oblak y Griezmann. Al que sigo viendo cada vez más distanciado del pelotón es a Carrasco. Pero no toco las individualidades, porque si el Atlético del Cholo ha reflejado esa cara saludable ha sido siempre por la fuerza del colectivo. Ojalá que la transfusión de la ‘semi’ dé para cumplir con los objetivos de volver a ser un equipo muy, muy, pero que muy incómodo.