Ahora, lo más difícil: mantenerse
Empezó la semana perica con la satisfacción derivada del gran triunfo ante el Sevilla, cayó en un valle con el frustrado intento de recuperar a Sergio García y remontó con el blindaje de la “generación Chen”. Dientes de sierra, una metáfora de lo que en los últimos años había sido el Espanyol, una montaña rusa de sensaciones que ahora, justo ahora, es lo que debe dejar de ser.
Coincidieron Aarón, Melendo y Marc Navarro en lo que todo canterano debe tener siempre presente: lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Y esa máxima le debe valer al Espanyol en La Rosaleda. Gustó contra el Granada, maravilló por momentos frente al Sevilla, y ante el Málaga no tiene otro objetivo que afianzarse y confirmarse. Con la misma alineación. Con idéntica ambición. Ratificar que la aspirina quedó atrás, aunque sólo hayan transcurrido tres semanas desde el traspié de Mestalla. En el Espanyol, no hay posverdad, ese término tan de moda, porque lo que llega justo ahora es la verdad.