De Burgos Bengoetxea inspira confianza
Cuando arbitraba en Regional, en categorías nacionales tenía un compañero y siempre ascendíamos uno u otro hasta llegar a Primera. Éste era Ernesto de Burgos Núñez. Maribel Bengoetxea nos trajo al mundo el 16 de marzo de 1986 a su hijo, Ricardo, un árbitro que empezó con 13 años y que hoy, a sus 30, es una promesa firme del arbitraje español. Lo lleva en la sangre: le han servido los consejos de su padre.
Ricardo de Burgos Bengoetxea sabe marcar muy bien los tiempos. Deja jugar, dialoga lo justo, es rápido en sus desplazamientos y siempre lleva bien la dirección y el control del juego. Tiene un don: se crece ante la adversidad y no deja de ser duro disciplinariamente si tiene complicaciones en el campo y valiente en las áreas. Al Atleti le pitó tres partidos (todo victorias), al Barça, cinco (cuatro ganados y uno empatado) y se da el caso curioso de que fue el árbitro del Cádiz-Madrid de la alineación indebida de Cheryshev. Que tenga suerte: el valor y saber hacerlo ya lo ha demostrado.