Sánchez Martínez, sobresaliente
Sanchez Martínez estrenaba la escarapela de árbitro internacional y tuvo un buen debut con ella. El colegiado murciano protagonizó una muy aceptable actuación en Balaídos sobre todo en tres fundamentos importantes en un partido: la forma de colocarse en el terreno de juego, el saber controlar el encuentro y luego llevarlo según las circunstancias dando sensación de tranquilidad a la grada. Eso hay que valorarlo en un partido que se presentaba muy difícil por lo incierto del resultado, aunque la procesión la llevaría por dentro...
No existieron muchas jugadas conflictivas para analizar. Hablemos de la primera. En el minuto 49, el defensa celeste Roncaglia intentó despejar a la salida de su portero, tocó el balón y no hizo falta a Cristiano, que se metió por el medio. No existió, por tanto, penalti.
La acción más controvertida del partido se produjo más adelante, en el 76’, cuando al saque de una falta, Ramos empujó un poco a Cabral y este también le agarró, pero no lo suficiente ya que le dejó libre al capitán madridista para rematar a placer y a este el balón se marchó fuera por poco. Acertó el colegiado en dejar seguir la jugada.
Único fallo. Buscándole algún defecto a Sánchez Martínez, podría decirse que sólo hubo un error digno de mencionar en todo el partido y eso dice mucho de su labor ayer. Se produjo en el minuto 73, cuando Aspas, listo como siempre, se dejó caer ante la entrada de Ramos, que no hizo nada para que el jugador del Celta hiciera esa caída espectacular.
Disciplinariamente sacó las tarjetas justas y no se guardó ninguna, como suele ocurrir en otros partidos. Se esperaba un partido muy duro y en realidad fue bastante deportivo, algo que facilitó la labor del colegiado, no como está sucediendo últimamente. Al arbitraje Sánchez Martínez en V