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El 'dejà vu' del Real Madrid con las lesiones es un problema estructural

Celta - Real Madrid en directo

Un problema estructural. Lo coyuntural es lo que sucede en alguna ocasión, pero lo que ocurre repetidamente cada temporada, en el capítulo de lesiones con el Real Madrid, ya hay que considerarlo un problema estructural. Es cierto que la carga de partidos es importante y que el calendario del Madrid no tiene parangón por el Mundial de Clubes, pero un cúmulo de lesiones musculares en cadena, con seis jugadores en el dique seco al unísono, la discutida figura del doctor Olmo y varios jugadores recurriendo a recuperadores externos, que antes formaban parte de la nómina del club, son indicios de un problema enquistado y mal resuelto.

Los mensajes velados. No recuerdo un entrenador del Real Madrid en la última época que no haya tenido que salir a defender la labor de su preparador físico. Zidane, con la enfermería llena, dejó ayer un mensaje inequívoco: “Físicamente estamos muy bien”. Sonaba a paradoja, pero era una reivindicación en toda la regla de la preparación física que supervisa Antonio Pintus. Tanto Benítez como Ancelotti tuvieron que salir a defender a sus preparadores físicos y no puede ser casualidad que todos hayan sido señalados entre bambalinas para salvar la labor médica.

Cristiano y Coentrao como síntomas. El hecho de que Cristiano Ronaldo vaya a jugar en Vigo, como dejó caer Zidane, demuestra el inequívoco compromiso del portugués con su equipo y ese liderazgo positivo que está empeñado en transmitir. Ha aceptado dosificarse cuando corresponde para llegar bien al final del curso, pero no se guarda cuando siente que su equipo le necesita. Hasta puede que juegue su compatriota y amigo Coentrao, tan empeñado en reaparecer lejos del Bernabéu. El umbral de su sufrimiento es, por comparación, más bien bajo.

El factor Iago Aspas. Hay jugadores que parecen nacidos para dar lo mejor de sí en determinados clubes. Le pasa a Jonathan Viera en Las Palmas o a Iago Aspas, en el Celta. Sus números son de goleador grande. Es el delantero español más en forma, por encima de Diego Costa incluso, y ya demostró en el Bernabéu de qué pasta está hecho. Cuando se pone la celeste defiende lo suyo con todo y no entiende de galones. Aspas representa la temperatura de la afición viguesa.