Los efectos de tanta intensidad
Las nubes negras que planean sobre el humor del madridismo a veces se traducen en pitidos, como ocurrió en el último partido del Bernabéu. Eso, unido a las manifestaciones públicas y sinceras de Zidane, diciendo que está jodido por las lesiones, se encuadra dentro de la más absoluta normalidad en la trayectoria que está llevando esta temporada el equipo madridista. La racha de imbatibilidad ha sido espectacular. La suerte y el azar han jugado un papel importante, pero lo fundamental ha sido la planificación.
Hicieron una pretemporada mucho más dura e intensa que otros años y los resultados los han disfrutado con entusiasmo los aficionados. Ahora, después de Navidad, han hecho otra minipretemporada. Y las lesiones están pasando factura. A mayor intensidad en la preparación física, mayor va a ser el rendimiento deportivo. Pero ¡ojo!, también van a ser mayores los riesgos de lesiones. El Madrid ha apostado por un mayor nivel físico. Así que para mantener un balance positivo no le queda más remedio que conjugar el equilibrio entre entrenamiento, competición y descanso, haciendo forzosas las rotaciones estudiando el nivel de fatiga.