Ribera ganó por partida doble
Creo que si hay un triunfador en este partido, ese es Jordi Ribera. Porque ganó el encuentro con España, y porque Brasil colocó a los nuestros en una posición muy complicada a lo largo de los sesenta minutos. Y eso es un trabajo de nuestro seleccionador, del tiempo que pasó en aquel país creando este bloque donde apenas había algo. Es la tercera vez consecutiva que los sudamericanos caen en los octavos de final, y tanto en España, como en Qatar, como ahora en Francia, siempre por un gol. Y es que en la primera parte chocamos contra su portero, Bombón Almeida, que amargó la noche a nuestros lanzadores.
En la segunda parte la defensa fue más sólida. Rodrigo Corrales colaboró mucho en la portería, hasta equilibrar el duelo en la última parte, y luego entre Valero Rivera y Alex Dujsebaev consiguieron esos goles tan importantes para lograr la clasificación. Pero en esta segunda mitad pudimos ver otra vez a la defensa española de los últimos encuentros, ya que se recuperaron balones, se tocaron muchos lanzamientos, y se sumaron blocajes. Nunca es fácil ganar el partido de octavos, sobre todo ante rivales que no se juegan nada, que actúan sin presión y se crecen. Y este fue el caso de Brasil, que posiblemente disputó ante España su mejor choque del Mundial.