¿Qué le pasa a Keylor Navas?
El puesto más difícil en un equipo de fútbol es sin duda el de portero, ya que tiene que pasar la reválida partido tras partido y sin cometer un solo fallo. Y más todavía en un equipo grande donde la escasez de trabajo en muchas ocasiones, le obliga a tener concentración máxima, con mínima participación en el partido. Los fallos o la falta de precisión, son mucho más visibles que en un jugador de campo. Al portero se le juzga con mucha más severidad que a cualquier otro componente del equipo. Y esto es lo que está ocurriendo últimamente con Keylor Navas. Es evidente que el portero costarricense no es el mismo guardameta que el de antes de la lesión.
Eso lo vemos todos, e incluso en el seno del equipo hay ese sentimiento. La percepción de que el jugador está más serio, triste y solitario es compartida por los aficionados y también por los responsables del equipo. ¿Le han podido quedar secuelas de la operación? Yo creo sinceramente que no, que si tiene molestias, éstas son mínimas y no le impiden rendir como antes. Pero ser portero del Real Madrid no es fácil ya que su actuación y falta de acierto se maximizan en extremo. A estas alturas de la temporada, la única alternativa es darle moral y confianza para que vuelva a ser el portero que era antes de la lesión.