Área técnica, barreras y expulsiones temporales
Tres cuestiones. Área técnica, barreras y ¿en el futuro expulsiones temporales? Intentaré unir estas tres cuestiones, las dos primeras ya las tenemos, la tercera está en estudio. Las tres nos vienen impuestas por el poco rigor arbitral mostrado, en el que me incluyo. Antes de que existiese el área técnica se podía ver en muchos partidos el descontrol que en esa zona se originaba tras algunas decisiones arbitrales o simplemente veíamos levantados a más de un miembro del cuerpo técnico o jugadores. No supimos cortar este comportamiento y nos pusieron el área técnica como forma de tener cierto control en esa parte del campo. La regla hoy en día es clara: sólo un miembro del cuerpo técnico puede levantarse y dar órdenes. Si no se actúa con rigor en el futuro veremos que cambiarán la regla y pondrán que en vez de uno se podrán levantar a la vez 2 o 3 personas más.
Distancia en las faltas. Con la distancia en las barreras pasó algo muy parecido, por falta de rigor en su talonamiento veíamos que la distancia no era la reglamentaria de 9m y 15cm y que se adelantaban antes de que el árbitro autorizase su ejecución. Teníamos la posibilidad vía amonestación de ser más rigurosos y no pudimos o no supimos hacerlo. Por lo que el famoso spray nos ha venido a enmendar la plana y quitarnos un problema.
Expulsión temporal. Y ahora nos viene ese estudio de las expulsiones temporales que seguramente nos tendrá que enmendar esas protestas y esos corrillos que se dan en partidos tensos y en los no tan tensos donde cada vez vemos a jugadores muy bien entrenados en comer la oreja al árbitro, como se dice vulgarmente. Recordemos que esta táctica lo que quiere es condicionar las posteriores decisiones arbitrales ya que ellos y todo el mundo sabe que ningún árbitro por mucho que protesten cambia una decisión tomada.
Falta de rigor. Como veis algunos cambios en las reglas vienen por nuestra falta de rigor en la toma de decisiones sobre todo a nivel disciplinario. En el otro lado de la balanza, gracias al rigor mostrado por los colegiados acabamos con los codazos violentos, con los tackling por detrás y con las manos en los centros al área. Yo viví la transición de un arbitraje ‘amateur’ a un arbitraje profesional en todos sus aspectos, alimentación, preparación física, conocimiento del juego, por lo que cuando todos remamos en la misma dirección es mucho más sencillo. Es decir, cada vez que bajamos la guardia nos hacemos vulnerables y vemos cómo cambian ciertos aspectos e interpretaciones de las reglas, pero cuando somos consistentes TODOS nos hacemos garantes de las reglas del juego.
Propósito. Por eso en este año, desde mi humilde columna de los jueves, pediría a los colegiados rigor, disciplina y consistencia en sus decisiones. El fútbol os lo agradecerá y vosotros os veréis más reforzados. Y puestos a pedir, también estaría bien que los árbitros que cumplen las directrices sean ponderados y a los que se salgan no les premien en las designaciones. Ya se sabe qué suelen decir por Sudamérica.