Bartomeu declara inaugurado el 2017, año de los galones de Robert
La declaración. Partamos de la base que a Bartomeu es complicado entenderlo. Y no me refiero a su habilidad de hablar en público al estilo Ozores. Todo lo dice con una sonrisa y trasmitiendo cordialidad. Por ejemplo, en la última asamblea permitió que un socio hablara de la junta anterior en los siguientes términos: “Era gente que tenía tarjetas de esas negras que no me acuerdo como se llaman - Black, le chivaron- si Black, con la que iban a hoteles de cinco estrellas por el mundo y se pegaban la gran vida”. En vez de corregir al socio diciéndole que lo que decía no era cierto, el presidente sonrió y dijo “eso no toca”. Lo hizo con el mismo tono con el que el martes, en la rueda de prensa de balance del año aseguró que “para el proyecto deportivo, el más importante es Robert. Evidentemente, Luis Enrique es una pieza muy importante también. Tengo la confianza que cuando nos sentemos (con Luis Enrique) en abril o mayo, siga con nosotros. De momento sigue trabajando día a día”
La conclusión. Pues parece que escuchando al presidente del club, en el palco tienen claro que el que seguro que seguirá es Robert, al que le han dado mando en plaza para confeccionar un proyecto deportivo más allá de la decisión del técnico actual. A día de hoy, en la junta nadie se juega un duro por su continuidad más allá de como acabe la temporada. Y lo que es más significativo. A nadie parece importarle demasiado. Si sigue, perfecto, si decide irse, también. Están en manos de Robert.
El reto. Por tanto, ante este panorama le llega a Robert la hora de lucir galones. De entrada, como no queda otra que estar preparado para lo que pueda pasar (y eso incluye que Luis Enrique, después de tres años en el club decida irse porque se ha vaciado) hay que tener entrenadores controlados de cara al futuro. Porque el propio Bartomeu tiene claro que no se negociará con Luis Enrique hasta abril o mayo. La última vez que renovó, fue tras la final de Berlín y ni su mujer sabía que iba a hacer su marido.
En manos de los fichajes. Tiene la situación una paradoja: El éxito de Luis Enrique en el 2017, que lógicamente le dará más o menos fuerza de cara a una negociación en primavera, depende de como funcionen los jugadores que le ha traído Robert. Para afrontar el nuevo año, Luis Enrique necesita tirar del armario que le compró Robert este verano. Si no funcionan André Gomes, Umtiti, Alcácer, Denis y Digne se irá el técnico y no el que les fichó.