El discriminado deporte femenino
La Selección femenina de rugby se juega en la Complutense madrileña (13:00 horas) clasificarse para la Copa del Mundo 2017. Lo hace ante Escocia, y defiende la ventaja adquirida la pasada semana en Glasgow (5-10). Meterse en el Mundial supondría un empujón tremendo para el rugby femenino. Resulta que sería la sexta vez que lo consigue. ¿Y por qué tanta atención ahora y no antes? Porque el deporte femenino ha estado sencilla y llanamente discriminado. Es ahora, cuando las mujeres tiran del carro, cuando las instituciones les apoyan, cuando los patrocinadores empiezan a invertir en ellas, cuando los medios comenzamos a reflejar sus logros, el momento en el que nos damos cuenta de que el deporte femenino existe. Siempre ha estado ahí, pero no le prestábamos atención.
En cinco Copas del Mundo, cinco, ha participado nuestra Selección femenina de rugby. Con un balance nada vergonzoso: 9 victorias y 12 derrotas. Con resultados contundentes, pero tanto a favor como en contra: perdimos 0-79 con Canadá en 2006, y ganamos 62-0 a Japón en 2002. En 1991 quedaron sextas, y las jugadoras actuales son vigentes campeonas de Europa. Por eso se disputan con Escocia clasificarse para la Copa del Mundo 2017, en Irlanda. De hacerlo, espera un grupo tremendo: Inglaterra, la campeona, EE UU, con quien hemos perdido 16-38 y 5-23 en los enfrentamientos anteriores, e Italia. Pero esa será otra historia. Las Leonas están a un paso de ir a la Copa del Mundo, y eso ya es un éxito que hay que reconocérselo al mismo nivel que si fueran los hombres.