Ya tenemos rivales. ¿Y equipo?
Del Eurobasket 2017 ya conocemos muchas cosas. Por ejemplo, los rivales que nos han tocado y qué día jugaremos contra ellos: 1 de septiembre, viernes, Montenegro; 2, sábado, República Checa; 4, lunes, Rumanía; 5, martes, Croacia; 7, jueves, Hungría. También, los precios por seguir a la Selección en Cluj-Napoca, a 452 kilómetros de Bucarest y a donde hay vuelos low cost desde Madrid, que es la sede donde jugaremos: entre 177 y 33 euros, según la localidad y la anticipación con que se compren las entradas. A la segunda fase acceden los cuatro primeros equipos del grupo, y se disputará en Estambul los días 9 y 10, octavos de final; 12 y 13, cuartos; 14 y 15, semifinales; 17, final. Entradas, entre 75 y 546 euros. Sabemos todo esto, pero no el equipo que vamos a presentar.
Hay algo peor. No se puede ni imaginar, algo que no sucedería en el fútbol, donde una catarata de renuncias supondría una convulsión social. Pues con diez jugadores en la NBA —los hermanos Gasol y los Hernangómez, Sergio Rodríguez, Ricky Rubio, Abrines, Calderón Mirotic e Ibaka—, a ver cuántos se apuntan al Eurobasket. Calderón, no, porque ya dijo que no volvía a la Selección; Mirotic, difícil, pues es de suponer que no le hará gracia enfrentarse a su país de origen tras haber renunciado a jugar con él; de los demás, entre unos que dirán que están cansados y otros a quienes sus equipos les pondrán pegas, no saldrá ni para un quinteto. Con este panorama, los Llull, Rudy, Reyes, Navarro, Claver, Ribas o Vives de aquí serán insuficientes para formar equipo. Eso es lo que nos espera.