La Liga de la Euroliga
La Euroliga estrena formato. Una Liga de dieciséis equipos para dar paso a que los ocho primeros jueguen después unos playoff al mejor de cinco partidos y los vencedores disputen a continuación la Final Four. O sea, que se trata de una Liga ciertamente, pues jugarán todos contra todos, pero descafeinada, porque el objetivo se cumple quedando entre los ocho primeros. A favor está que al menos se elimina en la primera fase el factor suerte que tanto influía en la composición de los grupos, dependiendo de donde cayera cada equipo; en contra, que al ser una Liga de treinta jornadas, el margen de error es muy grande, lo que resta emoción al torneo. Se podrá pasar a la segunda fase incluso con quince derrotas. Todo lo contrario de lo que busca el fútbol con la Champions.
El Madrid es el encargado de abrir esta Liga de la Euroliga, recibiendo al Olympiacos. Un honor y un justo reconocimiento a los méritos adquiridos en las últimas campañas, que le han convertido en el mejor equipo desde la temporada 2012-13. Este año sus aspiraciones siguen siendo máximas y para ello ha elevado el nivel de la plantilla, contando de salida con quince jugadores, sin importar su nacionalidad, pues en la Euroliga no hay cupo de extranjeros. De esta manera podría formar un equipo formado íntegramente por jugadores nacidos en Estados Unidos, tal y como vienen haciendo otros clubes: Draper, Carroll, Thompkins, Radolph y Hunter. Pero el Madrid es mucho más. Nada menos que unos tales Llull, Rudy Reyes... ¡Cuántos pagarían por tenerles!