Griezmann come con los grandes
Si Griezmann no está junto a Cristiano y Messi en la lucha por el Balón de Oro es que no hay justicia deportiva. Es el futbolista que mayor proyección ha tenido en los dos últimos años. Tras la Eurocopa de Francia ya es un invitado más a la mesa en la que se sientan el portugués y el argentino. Ser elegido el mejor jugador y además el máximo goleador de una competición de este calibre solamente está al alcance de los elegidos. Y lo mejor es que Antoine ha asumido su papel de icono del Atlético y cada partido tiene más hambre y deslumbra más por sus acciones individuales.
Sus compañeros le buscan, el Calderón está entregado a su causa y los rivales le temen. Encima, tiene en el DNI su mejor aliado. Su ego no le juega malas pasadas y en cada entrenamiento escucha a Simeone para seguir creciendo. Se ha convertido en el fichaje deseado de todos los grandes de Europa, pero como tiene la cabeza bien amueblada y es agradecido a todo lo que le ha dado el Cholo, el corazón le gana la batalla a los euros. Griezmann sabe que este proyecto le puede llevar a ganar la Champions.