El Balón de Oro se divorcia de la FIFA
El Balón de Oro fue creado en 1956, al tiempo que la Copa de Europa. Y fue idea de los mismos, el grupo editorial que imprime L’Equipe y France Football. La FIFA intentó ocupar ese espacio y creó en 1991 su propio premio, llamado FIFA World Player. Los dos convivieron durante 19 años. El de FIFA no logró desplazar del imaginario colectivo la idea de que el auténtico era el Balón de Oro. Pareció una duplicación innecesaria. De hecho, fueron más las veces que coincidió el ganador (12 de 19) que las que no. Así que la FIFA decidió que si no puedes vencer a tu enemigo, mejor únete a él.
Desde 2010, ambos premios se unieron bajo el nombre FIFA Balón de Oro. Me gustaba y lamento que se haya acabado. Pero cuando he andado por París en la casa madre de todo esto, noté que no estaban felices con el matrimonio. Tenían la impresión de haber cedido más (el nombre, la tradición) de lo que recibían (el sello FIFA, en según qué cosas menos prestigioso de lo que el organismo cree). Pero a mí me convencía: había un solo premio, votaban periodistas, seleccionadores y capitanes de selección y la FIFA hacia una gala muy glamurosa y conseguía mantener el secreto hasta el final.
Ahora se separan. No me extraña, visto lo poco conformes que estaban en París. Sentían que la FIFA no les daba el lugar que les correspondía. El Balón de Oro volverá a ser lo que fue, votado sólo por periodistas, y se supone que la FIFA desempolvará su fallido FIFA World Player, aquel premio que parecía una falsificación del Balón de Oro, igual que se falsifican los relojes de marca. Este, votado por gente del fútbol que, lo hemos venido viendo, actúa muy condicionada. Algo sí puede tener de bueno este divorcio: quizá un año gane el uno Cristiano y el otro, Messi y así, todos contentos, aunque sea por una vez.