La cláusula que le hizo más fuerte
Cuando Marcos le dijo este verano a su tío Julio (sí, aquel Llorente que jugó como defensa en el Madrid de la Quinta del Buitre) que aceptase la oferta del Alavés, se dieron dos circunstancias determinantes para el “sí, quiero”. La primera, que Pellegrino creía en sus cualidades para ser el centrojás del Glorioso. Ya en el Castilla demostró este chaval de 21 años que la posición de mediocentro de cierre le viene como anillo al dedo. De hecho, si el guión lo exige puede jugar hasta de central. La segunda le llenó de orgullo. El Madrid incluyó en el contrato de cesión una cláusula por la que puede pedir su regreso en la próxima ventana de enero en caso de necesitarle.
Zidane le tuvo en el filial y le conoce muy bien. Por eso pidió al club que no fichase a ningún suplente para Casemiro. El relevo ya estaba cocinado en La Fábrica. Kroos hace de Casemiro de guardia, como se vio el sábado, pero no es lo mismo. Pero Zizou está sereno porque sabe que Marcos Llorente ha pasado la ITV para jugar en el Madrid. Es el sueño del chico, de su tío-abuelo Paco Gento, de su padre Paco Llorente y de su abuelo Ramón Moreno Grosso, allá arriba. Marcos se doctoró en el Camp Nou. Y ganó. No muchos pueden presumir de ello...